La liquidación por diferencias es un mecanismo de cierre de operaciones financieras en el que no se entrega el activo subyacente objeto del contrato, sino que únicamente se intercambia la diferencia económica entre el precio pactado y el precio de mercado en la fecha de vencimiento.
Es una modalidad habitual en los derivados financieros (futuros, opciones, contratos por diferencias –CFD–) y permite a los inversores especular o cubrirse frente a movimientos de precios sin necesidad de poseer físicamente el activo.
Características principales
- No hay entrega física: solo se liquida el importe equivalente a la ganancia o pérdida.
- Flexibilidad: permite operar sobre activos de difícil o costosa entrega (índices bursátiles, tipos de interés, divisas).
- Rapidez en la liquidación: simplifica la operativa frente a la entrega efectiva del activo.
- Efecto apalancamiento: muchos contratos permiten invertir con menos capital inicial, amplificando tanto beneficios como pérdidas.
Ejemplo práctico
Un inversor compra un contrato de futuros sobre el IBEX 35 a 9.000 puntos.
- Si al vencimiento el índice cotiza a 9.200, gana la diferencia (200 puntos multiplicados por el valor del contrato).
- Si el índice cae a 8.800, pierde esa diferencia.
En ningún momento recibe acciones del IBEX 35, sino que la operación se liquida mediante el ajuste monetario correspondiente.
Ventajas de la liquidación por diferencias
- Simplifica las transacciones, al evitar la entrega física de activos complejos o indivisibles.
- Facilita la especulación en mercados financieros con menor coste operativo.
- Permite cobertura frente a riesgos de variación de precios.
- Liquidez: este tipo de contratos suelen ser muy negociados en los mercados organizados.
Desventajas y riesgos
- Alto riesgo financiero: las pérdidas pueden ser muy significativas debido al apalancamiento.
- Volatilidad: los precios de liquidación pueden cambiar rápidamente, generando ajustes inesperados.
- Exige seguimiento constante: el inversor debe vigilar los precios y posibles llamadas de margen.
- No apropiado para todos los perfiles: suelen considerarse productos complejos, regulados como tales por la CNMV y MiFID II.
Aplicaciones en los mercados
- Índices bursátiles: futuros sobre S&P 500, Euro Stoxx 50 o IBEX 35.
- Divisas: contratos de futuros en los que no se entrega la divisa, sino la diferencia en efectivo.
- Tipos de interés: derivados que ajustan la diferencia entre el tipo pactado y el real.
- Materias primas: aunque algunos futuros permiten entrega física (petróleo, trigo, oro), muchos inversores optan por liquidación por diferencias.
En definitiva, la liquidación por diferencias es una fórmula eficiente y flexible para cerrar operaciones financieras sin necesidad de intercambiar físicamente los activos, pero también conlleva un elevado nivel de riesgo que exige un perfil inversor experimentado y con capacidad para asumir pérdidas.