Un empréstito es una operación financiera mediante la cual una entidad, pública o privada, obtiene recursos económicos de terceros mediante la emisión de títulos de deuda, comprometiéndose a devolver el capital en una fecha futura y a pagar intereses durante el periodo acordado. Los terceros que prestan el dinero (habitualmente inversores) adquieren esos títulos, que pueden ser bonos, obligaciones u otros instrumentos de renta fija.
El término “empréstito” se usa especialmente en el ámbito de la financiación pública (como los empréstitos del Estado o municipales) y tiene un carácter más formal y técnico que otras expresiones como “préstamo” o “emisión de deuda”.
Cómo funciona un empréstito
El proceso básico de un empréstito se desarrolla en los siguientes pasos:
- La entidad emisora (Estado, comunidad autónoma, ayuntamiento o empresa) decide captar financiación emitiendo valores de renta fija.
- Define las condiciones: importe total del empréstito, tipo de interés, periodicidad del pago de cupones, vencimiento, tipo de amortización, etc.
- Los inversores compran los títulos emitidos, entregando dinero a cambio.
- Durante la vida del empréstito, la entidad paga intereses periódicos (cupones).
- En la fecha de vencimiento, se devuelve el capital (principal) a los tenedores de los títulos.
Tipos de empréstitos
1. Según el emisor
- Empréstitos públicos: emitidos por el Estado, gobiernos autonómicos, locales o entes públicos.
- Empréstitos privados: emitidos por empresas para financiar sus actividades.
2. Según la forma de amortización
- Amortización única: se devuelve todo el capital al final del periodo.
- Amortización periódica: se devuelve el capital en cuotas, junto con los intereses.
3. Según el tipo de interés
- Fijo: el interés es constante a lo largo del tiempo.
- Variable: el interés varía en función de un índice de referencia (como el Euríbor).
- Mixto: combina tramos a interés fijo y variable.
Empréstitos públicos: un instrumento histórico
Históricamente, los empréstitos han sido utilizados por los Estados para financiar guerras, infraestructuras, modernización económica o cubrir déficits públicos. En España, son conocidos algunos empréstitos emitidos durante el siglo XIX y principios del XX, que se ofrecían incluso a pequeños ahorradores como forma de «colaboración patriótica».
Hoy en día, los bonos del Estado, obligaciones del Tesoro y letras del Tesoro son formas modernas de empréstitos públicos. A través de estas emisiones, el Tesoro capta dinero en los mercados y se compromete a devolverlo con intereses.
Diferencia entre empréstito y préstamo
Aunque ambos implican recibir dinero y devolverlo con intereses, existen diferencias clave:
Concepto | Empréstito | Préstamo |
---|---|---|
Acreedores | Muchos (inversores) | Uno o pocos (entidad financiera) |
Forma | Mediante emisión de valores | Contrato privado entre partes |
Negociabilidad | Títulos pueden cotizarse en mercado | Generalmente no transferible |
Regulación | Supervisado por organismos del mercado | Normas bancarias y contractuales |
Ventajas del empréstito para el emisor
- Acceso a financiación a gran escala, tanto nacional como internacional.
- Flexibilidad en las condiciones de emisión.
- Posibilidad de llegar a muchos tipos de inversores.
- En el caso de empréstitos públicos, refuerzan la credibilidad del Estado en los mercados.
Riesgos y consideraciones para el inversor
- Riesgo de crédito: posibilidad de que el emisor no pague intereses o capital (default).
- Riesgo de mercado: variación en el valor del título en el mercado secundario.
- Riesgo de tipo de interés: si los tipos suben, el valor del empréstito con cupón fijo puede caer.
- Liquidez: algunos empréstitos pueden tener poca facilidad de venta antes del vencimiento.
Supervisión y regulación
En España, las emisiones de empréstitos están reguladas por la Ley del Mercado de Valores y supervisadas por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). Además, si el emisor es público, intervienen también el Banco de España y el Tesoro Público.