Las obligaciones del Estado son títulos de deuda pública a largo plazo emitidos por el Gobierno con el fin de financiar el gasto público. Al adquirir una obligación del Estado, el inversor está prestando dinero al Estado, quien se compromete a devolver el capital al vencimiento y a pagar intereses periódicos (cupón), generalmente de forma anual.
Este instrumento forma parte del conjunto de valores del Tesoro que también incluye letras del Tesoro (corto plazo) y bonos del Estado (medio plazo). En España, su emisión y gestión está a cargo del Tesoro Público, dependiente del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.
Características principales
- Plazo de vencimiento: igual o superior a 10 años, aunque puede haber emisiones a 15, 20 o 30 años.
- Tipo de interés: normalmente fijo, con pagos anuales conocidos como cupón.
- Valor nominal estándar: 1.000 € por título.
- Forma de emisión: mediante subasta pública competitiva, o adquisición en mercado secundario.
- Representación: mediante anotaciones en cuenta, no en papel físico.
- Negociación: cotizan en mercados secundarios, como AIAF o SEND.
Funcionamiento de las obligaciones del Estado
Cuando un inversor compra una obligación del Estado, se convierte en acreedor del Estado. A cambio de su inversión:
- Recibe intereses anuales (cupón) a lo largo de toda la vida del título.
- Recupera el capital inicial invertido al vencimiento.
Por ejemplo, una obligación a 15 años con un cupón del 3 % anual y valor nominal de 1.000 € proporciona 30 € anuales durante 15 años, y al final devuelve los 1.000 €.
¿Cómo se adquieren?
Las obligaciones del Estado pueden comprarse de dos formas:
1. Mercado primario
Mediante subasta convocada por el Tesoro Público, donde los inversores presentan ofertas a distintos precios y el Tesoro adjudica los títulos en función de las condiciones del mercado.
2. Mercado secundario
A través de bancos, plataformas financieras o agentes autorizados (como Renta 4, Bankinter, Openbank, ING, etc.). También pueden comprarse mediante la cuenta directa del Tesoro en la web oficial (https://www.tesoro.es).
Ventajas de las obligaciones del Estado
- Alta seguridad: el riesgo de impago es extremadamente bajo, ya que el emisor es el Estado.
- Renta fija conocida: los cupones son predecibles y constantes.
- Liquidez: pueden venderse antes del vencimiento.
- Diversificación: útiles en carteras conservadoras.
- Supervisión pública: gestionadas por el Tesoro y supervisadas por la CNMV.
Riesgos a considerar
Aunque son productos de bajo riesgo, existen ciertas contingencias:
- Riesgo de tipo de interés: si suben los tipos, el valor de mercado de las obligaciones existentes baja.
- Riesgo de inflación: si la inflación supera el rendimiento, el poder adquisitivo real disminuye.
- Riesgo de mercado: si se necesita vender antes del vencimiento, puede hacerse con pérdidas.
- Riesgo de reinversión: al vencerse una obligación, el nuevo producto disponible podría ofrecer un cupón menor.
Diferencias con otros instrumentos del Tesoro
Instrumento | Plazo | Cupón |
---|---|---|
Letras del Tesoro | Hasta 18 meses | No (emitidas al descuento) |
Bonos del Estado | 2 a 10 años | Sí, anual |
Obligaciones del Estado | 10 años o más | Sí, anual |
Fiscalidad
Los intereses generados por las obligaciones tributan como rendimientos del capital mobiliario en el IRPF, con los siguientes tramos (España 2025):
- 19 % hasta 6.000 €
- 21 % de 6.000 a 50.000 €
- 23 % de 50.000 a 200.000 €
- 27 % de 200.000 a 300.000 €
- 28 % más de 300.000 €
Se aplica retención en origen del 19 %.