Un swap es un contrato financiero derivado mediante el cual dos partes acuerdan intercambiar entre sí flujos de caja futuros, siguiendo unas condiciones previamente pactadas. El término “swap” significa literalmente “intercambio”, y es justamente eso: una operación en la que se intercambian pagos periódicos, que pueden estar denominados en diferentes divisas, tipos de interés o índices financieros.

El objetivo de los swaps es cubrir riesgos financieros, adaptar condiciones de financiación, o especular sobre la evolución de determinados mercados. No implican necesariamente el intercambio de capital principal, sino de los intereses asociados o referencias equivalentes.


Características principales

  • Contrato bilateral entre dos contrapartes.
  • Tiene una duración determinada (por ejemplo, 5 años).
  • El intercambio de flujos suele ser periódico (trimestral, semestral o anual).
  • Generalmente no se negocia en mercados organizados, sino que es un producto OTC (Over The Counter).
  • El valor del swap varía a lo largo del tiempo según la evolución de los mercados.

Tipos de swap más comunes

1. Swap de tipos de interés (interest rate swap)

Es el tipo de swap más habitual. En él, una parte paga un tipo fijo y recibe un tipo variable, o viceversa. Se utiliza, por ejemplo, para que una empresa con deuda a tipo variable pueda protegerse ante subidas de los tipos de interés.

Ejemplo: Empresa A paga un 3 % fijo y recibe Euribor + 0,5 % de la empresa B durante 5 años, sobre un nominal nocional de 1 millón de euros.

2. Swap de divisas (currency swap)

Las partes intercambian pagos en dos monedas diferentes. Incluye tanto los intereses como, en muchos casos, el capital principal. Es útil para financiaciones internacionales y para cubrir riesgo de tipo de cambio.

Ejemplo: una empresa española y una estadounidense intercambian pagos en euros y dólares para cubrir sus respectivos préstamos en divisas extranjeras.

3. Credit Default Swap (CDS)

Es un tipo de seguro financiero: una parte paga una prima periódica y, a cambio, la otra le compensa si un determinado emisor de deuda (empresa o Estado) incurre en impago o reestructuración de su deuda. Fue ampliamente utilizado (y criticado) durante la crisis financiera de 2008.

4. Equity swap

Permite intercambiar los rendimientos de una acción o índice bursátil por un tipo de interés fijo o variable. Es común en estrategias de cobertura o arbitraje.


¿Para qué sirven los swaps?

  • Cobertura de riesgos financieros (tipo de interés, divisa, crédito).
  • Transformación del perfil de deuda (pasar de variable a fijo o viceversa).
  • Acceso a condiciones de financiación más favorables.
  • Especulación sobre la evolución futura de tipos de interés, divisas o spreads.
  • Ingeniería financiera en grandes operaciones corporativas.

Ventajas y riesgos

Ventajas:

  • Gran flexibilidad en su diseño.
  • Permiten adaptar la exposición al riesgo de forma eficiente.
  • No suelen requerir grandes desembolsos iniciales.
  • Ampliamente utilizados por bancos, empresas y fondos de inversión.

Riesgos:

  • Riesgo de contraparte: posibilidad de que una de las partes no cumpla con el contrato.
  • Riesgo de valoración: su precio varía con los tipos de interés o el mercado.
  • Complejidad: son instrumentos sofisticados, no adecuados para inversores sin experiencia.
  • Riesgo de liquidez: al ser productos OTC, pueden no tener mercado secundario fácil.

Regulación y supervisión

Tras la crisis financiera de 2008, los swaps han sido objeto de una mayor regulación. En Europa, el Reglamento EMIR establece requisitos de:

  • Compensación obligatoria a través de cámaras de contrapartida central (CCP).
  • Reporting de los contratos a registros autorizados.
  • Gestión del riesgo de contraparte, incluyendo garantías y márgenes.

Los bancos y entidades que comercializan swaps deben informar claramente al cliente sobre la naturaleza y riesgos del producto, especialmente si se considera producto complejo según la normativa MiFID II.


Los swaps son instrumentos potentes y versátiles que desempeñan un papel fundamental en la gestión del riesgo financiero a nivel global. Sin embargo, debido a su complejidad y a los riesgos que conllevan, es crucial comprender bien su funcionamiento antes de utilizarlos como herramienta de inversión o cobertura.