Las series de acciones son distintas categorías o subgrupos de acciones emitidas por una misma sociedad, que se diferencian entre sí por determinadas características específicas, como los derechos económicos, políticos o condiciones de emisión. Esta clasificación permite a las empresas adaptar su estructura accionarial a diferentes necesidades de financiación, gobierno corporativo o estrategias empresariales.

Aunque todas las acciones forman parte del capital social, la existencia de series permite ofrecer condiciones distintas a distintos inversores, sin necesidad de constituir nuevas clases legales de acciones.


Diferencia entre clases y series

Es importante no confundir clases de acciones con series:

  • Las clases de acciones son categorías jurídicas diferentes, con derechos claramente diferenciados: por ejemplo, acciones ordinarias, preferentes, sin voto, etc.
  • Las series de acciones son subdivisiones dentro de una misma clase, que se diferencian por aspectos como la fecha de emisión, el valor nominal, la prima de emisión o ciertas cláusulas contractuales, pero mantienen los mismos derechos fundamentales.

Ejemplo: una sociedad puede emitir varias series de acciones ordinarias, cada una con diferentes fechas de emisión y primas, pero todas con derecho a voto y a dividendos.


¿Para qué se crean distintas series?

Las empresas utilizan las series de acciones como herramienta de flexibilidad. Algunos motivos habituales son:

Adaptar la emisión a distintos tramos de inversores, con condiciones específicas (por ejemplo, institucionales vs minoristas).
Diferenciar las fechas de emisión, en operaciones realizadas en varias fases.
✅ Aplicar distintas primas de emisión, según el valor de mercado o el momento de entrada del inversor.
Facilitar la gestión interna, especialmente en ampliaciones sucesivas de capital.
✅ Establecer condiciones específicas de liquidez, convertibilidad o reembolso.


Ejemplo práctico

Una startup emite acciones ordinarias para captar fondos en dos rondas distintas:

  • Serie A: emitida en 2022 con valor nominal de 1 € y prima de emisión de 4 €.
  • Serie B: emitida en 2023 con el mismo valor nominal, pero prima de emisión de 6 €, debido al mayor valor estimado de la empresa.

Ambas series son acciones ordinarias (misma clase), pero los inversores de la serie B pagaron más por cada acción. Esta diferencia debe reflejarse contablemente y a efectos informativos.


Implicaciones contables y societarias

Las series de acciones deben ser debidamente identificadas y descritas en:

  • Los estatutos sociales, si se les otorgan condiciones especiales.
  • El registro contable de la sociedad.
  • El informe de ampliación de capital o documentos informativos para los inversores.
  • La documentación de sociedades cotizadas, si corresponde.

Las diferencias entre series deben ser siempre transparentes y accesibles para los accionistas y el mercado.


Series en sociedades cotizadas

En las sociedades cotizadas, no es habitual emitir series de acciones con diferencias sustanciales, ya que la legislación exige igualdad de trato y transparencia. Sin embargo, pueden emitirse distintas series en contextos como:

  • Ampliaciones con diferentes fechas de ejecución.
  • Programas de fidelización de accionistas.
  • Emisiones reservadas a empleados o inversores cualificados.

En todo caso, debe respetarse el principio de igualdad de derechos dentro de la misma clase y comunicar adecuadamente las características de cada serie a la CNMV y al mercado.


Las series de acciones son una herramienta técnica que permite a las sociedades modular sus emisiones de capital dentro de una misma clase de acciones, ajustando las condiciones sin alterar los derechos fundamentales. Su uso exige claridad, transparencia y respeto a los principios societarios, especialmente en el caso de empresas con numerosos inversores o presencia pública.