El capital flotante (en inglés, free float) es la parte del capital social de una empresa cotizada que está disponible para su libre negociación en el mercado secundario, es decir, aquellas acciones que no están en manos de accionistas estables o estratégicos y que, por tanto, pueden ser compradas y vendidas por inversores ordinarios en Bolsa.
El capital flotante excluye las acciones en poder de:
- Accionistas de control.
- Administradores o directivos que no las negocian activamente.
- Gobiernos o entidades que mantienen posiciones a largo plazo.
- Fondos o compañías que han declarado su intención de no vender.
Importancia del capital flotante
El capital flotante es un indicador clave de la liquidez bursátil de una empresa. Cuanto mayor es el porcentaje de capital flotante, más líquidas son las acciones de esa compañía, ya que hay mayor volumen disponible para intercambios en el mercado. Esto tiene implicaciones importantes para:
✅ La formación de precios: más participación de mercado implica precios más eficientes.
✅ La entrada en índices bursátiles: muchos índices (como el IBEX 35 o el EuroStoxx 50) ponderan las compañías según su capital flotante, no su capital total.
✅ La operativa de fondos e inversores institucionales, que requieren liquidez para poder operar con grandes volúmenes.
✅ La volatilidad del valor en Bolsa: un free float muy reducido puede hacer que pequeñas órdenes provoquen grandes variaciones de precio.
Ejemplo práctico
Imaginemos una empresa con 100 millones de acciones emitidas:
- 40 millones están en manos de un grupo familiar que no las negocia.
- 10 millones están en poder del Estado.
- 50 millones están repartidas entre miles de inversores individuales e institucionales en el mercado.
En este caso, el capital flotante sería del 50 %, es decir, 50 millones de acciones disponibles libremente en el mercado.
¿Cómo se calcula el capital flotante?
La fórmula básica es:
Capital flotante (%) = (Acciones en libre circulación / Total de acciones emitidas) × 100
Algunas bolsas y proveedores de datos pueden aplicar criterios más restrictivos o realizar ajustes, excluyendo determinadas participaciones en función de la información pública o de su comportamiento histórico.
Capital flotante vs capital social
Es importante no confundir:
- Capital social: es el total de acciones emitidas por una empresa.
- Capital flotante: es solo la parte del capital social que se negocia libremente en el mercado.
Una empresa puede tener un capital social elevado pero un capital flotante muy bajo, lo que dificultaría su liquidez bursátil y su inclusión en índices.
Ejemplos en índices bursátiles
Muchos índices de referencia seleccionan sus componentes considerando su capital flotante, no únicamente su capitalización total. Por ejemplo:
- El IBEX 35 pondera las compañías por su capitalización bursátil ajustada al free float.
- El MSCI World o el S&P 500 aplican reglas similares, excluyendo participaciones estratégicas o bloqueadas.
- En España, BME publica el capital flotante estimado de cada empresa cotizada como parte de la información oficial de los valores.
Implicaciones para la empresa y el inversor
🔷 Para la empresa:
- Un capital flotante elevado favorece la liquidez, pero puede reducir la estabilidad accionarial.
- Es positivo para atraer inversores institucionales.
- Puede ayudar a cumplir requisitos para la inclusión en índices o emisiones de deuda.
🔷 Para el inversor:
- Permite valorar la liquidez real de una acción antes de invertir.
- Afecta a la facilidad de entrada y salida en operaciones de gran volumen.
- Influye en el riesgo de volatilidad: cuanto menor sea el capital flotante, más sensible será el precio a movimientos puntuales.
El capital flotante es un concepto clave en la operativa de los mercados bursátiles, ya que determina cuán accesible y líquida es una acción para los inversores. Comprender su magnitud y evolución permite interpretar mejor el comportamiento bursátil de una compañía y evaluar su potencial atractivo para distintos perfiles de inversión.

