El término “sobre la par” se utiliza en los mercados financieros para describir una situación en la que un activo, especialmente un título de renta fija (como un bono u obligación), cotiza a un precio superior a su valor nominal o valor facial. Es decir, el precio al que se compra o vende el activo es mayor que el valor que será reembolsado al vencimiento.
Por ejemplo, si un bono tiene un valor nominal de 1.000 € y se compra a 1.050 €, se dice que se ha adquirido sobre la par, ya que el comprador paga 50 € más del valor que recuperará al vencimiento.
Valor nominal vs. precio de mercado
Para entender correctamente este concepto, es clave distinguir dos ideas:
- Valor nominal (o facial): es el importe que el emisor del bono se compromete a devolver al inversor en la fecha de vencimiento.
- Precio de mercado: es el precio al que ese bono se está comprando o vendiendo en un momento dado, en el mercado secundario.
Cuando el precio de mercado es:
- Igual al valor nominal → A la par.
- Mayor al valor nominal → Sobre la par.
- Menor al valor nominal → Bajo la par.
¿Por qué se compra un activo sobre la par?
Existen diversas razones por las que los inversores pueden estar dispuestos a pagar un precio superior al valor nominal:
➤ Tipo de interés del cupón
Cuando el tipo de interés que ofrece el bono (el “cupón”) es superior al tipo de interés del mercado, el bono se vuelve más atractivo. Como consecuencia, su precio sube por la ley de oferta y demanda, y puede llegar a cotizar sobre la par.
Ejemplo: si el mercado ofrece bonos al 3 %, pero uno en circulación paga un cupón del 5 %, los inversores están dispuestos a pagar más por ese rendimiento adicional.
➤ Percepción de bajo riesgo
Los bonos emitidos por entidades con alta solvencia crediticia (como los bonos del Estado o grandes empresas sólidas) pueden cotizar sobre la par si los inversores consideran que es un activo seguro, incluso si los tipos de interés bajan en el mercado.
➤ Movimientos de tipos de interés
Existe una relación inversa entre los tipos de interés y el precio de los bonos: cuando los tipos bajan, el precio de los bonos en circulación sube. Si los tipos caen lo suficiente, un bono que fue emitido a la par puede comenzar a cotizar sobre la par.
Efecto sobre la rentabilidad
Comprar un bono sobre la par reduce su rentabilidad efectiva, ya que el inversor:
- Paga más de lo que recuperará al vencimiento.
- Recibe los intereses pactados (cupones), pero debe compensar la “pérdida” implícita entre el precio pagado y el nominal.
Este efecto se mide mediante la rentabilidad efectiva a vencimiento (TIR), que tendrá en cuenta no solo los cupones, sino también la diferencia entre el precio de compra y el valor de reembolso.
Aplicaciones del término
Aunque se usa principalmente en el contexto de bonos y obligaciones, “sobre la par” también puede aplicarse a:
- Acciones preferentes emitidas con valor nominal.
- Instrumentos de deuda privada.
- Emisiones de títulos convertibles o participativos.
En todos los casos, implica que el inversor está pagando una prima sobre el valor nominal o facial del título.
Implicaciones fiscales y contables
Para el emisor, la emisión de un título sobre la par (es decir, que se coloque en el mercado a un precio superior al nominal) puede representar una prima de emisión, que se registra contablemente de forma separada al capital.
Para el inversor, el exceso pagado sobre el nominal puede tener impacto fiscal, ya que puede no estar sujeto a deducción o amortización directa, dependiendo de la normativa tributaria aplicable en cada país.
En resumen, comprar un título sobre la par significa asumir un coste inicial más alto a cambio de recibir cupones más elevados o acceder a un emisor de bajo riesgo. Es una estrategia habitual en mercados de renta fija, y su análisis es clave para evaluar correctamente la rentabilidad y conveniencia de la inversión.

