El mercado de corros es una modalidad tradicional de contratación bursátil en la que las operaciones de compra y venta de valores se realizaban de forma presencial y oral, mediante la concurrencia de agentes en un lugar físico específico, donde se anunciaban las órdenes en voz alta y se cerraban los precios mediante acuerdo directo entre las partes. Este tipo de mercado fue durante décadas el sistema predominante en las bolsas de valores, especialmente en Europa y América Latina.
En España, el mercado de corros funcionó en la Bolsa de Madrid y otras bolsas regionales hasta principios del siglo XXI, cuando fue sustituido progresivamente por sistemas electrónicos más rápidos y eficientes.
Características principales
- Presencial: los agentes (corredores de bolsa o miembros del mercado) debían estar físicamente presentes en el corro.
- Oral y manual: las operaciones se anunciaban en voz alta y se cerraban de viva voz con el tradicional «¡hecho!».
- Horario determinado: las sesiones tenían lugar en momentos específicos del día.
- Organización por valores: cada corro se destinaba a un grupo de valores concretos.
- Supervisión constante: los corros eran vigilados por supervisores que garantizaban la transparencia de las operaciones.
¿Cómo funcionaba un corro?
Un corro era una zona circular o semicircular dentro de la bolsa, donde se reunían los agentes autorizados para negociar un conjunto determinado de valores. Allí se producían interacciones directas en las que los agentes gritaban precios de compra y de venta, hasta alcanzar un acuerdo.
Los precios que se fijaban en el corro eran considerados el precio oficial del mercado, y las operaciones se anotaban a mano en registros o pizarras.
Este sistema requería gran agilidad, conocimiento del mercado y confianza entre los participantes. Era habitual que se realizaran decenas de operaciones en minutos, con señales verbales y gestuales muy precisas.
Evolución histórica y desaparición
El mercado de corros fue la forma principal de contratación bursátil en España hasta los años 90. Con la llegada de las nuevas tecnologías y la informatización de los mercados, fue perdiendo relevancia frente a los sistemas de contratación electrónica.
En el caso de la Bolsa española:
- En 1989 se introdujo el Sistema de Interconexión Bursátil Español (SIBE), que permitió conectar electrónicamente todas las bolsas del país.
- En 2001, el mercado de corros dejó de tener valor oficial, aunque algunas bolsas siguieron utilizándolo de forma residual.
- Actualmente, toda la contratación oficial de acciones en España se realiza a través de sistemas electrónicos centralizados.
Importancia histórica
Aunque hoy ha quedado obsoleto, el mercado de corros desempeñó un papel fundamental en:
- El desarrollo de los mercados financieros.
- La creación de una cultura bursátil basada en la transparencia y la negociación directa.
- La formación de precios basada en la oferta y la demanda reales, sin intermediación tecnológica.
Muchos términos y expresiones que hoy se usan en bolsa («corro», «gritar una orden», «hecho») provienen directamente de esa etapa.
Curiosidades
- En la Bolsa de Madrid, los corros se ubicaban en el parqué central, con bancos de madera y pizarras.
- La figura del corredor de bolsa tradicional, con bata blanca y libreta, es una imagen icónica del mercado de corros.
- Algunas bolsas mantienen sesiones simbólicas de corros en fechas especiales como forma de preservar la tradición.
El mercado de corros es parte del legado histórico de la bolsa, una forma de contratación que reflejaba el dinamismo, la tensión y el carácter humano de los mercados financieros antes de la automatización. Aunque hoy ha sido reemplazado por plataformas electrónicas, su influencia perdura en la estructura, lenguaje y prácticas de la bolsa moderna.

