El precio de reembolso es el valor que un inversor recibe al vender o liquidar su participación en un producto financiero, como un fondo de inversión, un bono o una acción preferente, en el momento en que decide salir de la inversión o se produce su vencimiento. Este precio puede coincidir o no con el valor nominal o de adquisición, y puede verse afectado por comisiones, penalizaciones, valor de mercado o condiciones específicas del contrato.

Se trata, por tanto, de una variable fundamental para calcular la rentabilidad real obtenida por el inversor.


¿Dónde se aplica el precio de reembolso?

1. Fondos de inversión

En el caso de los fondos de inversión, el precio de reembolso es el valor liquidativo de la participación en la fecha de venta, menos, en su caso, comisiones de reembolso. Este valor se calcula dividiendo el valor total del patrimonio del fondo entre el número de participaciones en circulación.

  • Si el fondo ha ganado valor, el precio de reembolso será mayor al de adquisición.
  • Si ha perdido valor, el precio será menor y el inversor sufrirá una minusvalía.
  • Algunas entidades imponen comisiones si se reembolsa antes de cierto plazo.

2. Bonos y obligaciones

En los productos de renta fija, como bonos del Estado u obligaciones corporativas, el precio de reembolso es el importe que el emisor paga al vencimiento para devolver el capital al inversor.

  • Lo habitual es que coincida con el valor nominal (por ejemplo, 1.000 € por bono).
  • En ocasiones puede incluir una prima de reembolso (si se pactó en la emisión).
  • Si el bono se amortiza anticipadamente, puede aplicarse un precio distinto, según el folleto de emisión.

3. Planes de pensiones y seguros de ahorro

El precio de reembolso es el valor que recibe el partícipe o asegurado al rescatar el producto, teniendo en cuenta:

  • El valor del fondo en ese momento.
  • Penalizaciones por rescates anticipados.
  • Rentabilidades garantizadas (si existen).
  • Fiscalidad aplicable.

Diferencias entre valor liquidativo y precio de reembolso

En los fondos, el valor liquidativo es el valor teórico por participación, mientras que el precio de reembolso es el importe real que recibe el partícipe al solicitar el rescate. Ambos suelen coincidir, salvo que se apliquen:

  • Comisiones de reembolso.
  • Penalizaciones temporales.
  • Gastos de ejecución.

¿Qué factores afectan al precio de reembolso?

  • Evolución del mercado: si el activo ha subido o bajado de valor.
  • Condiciones pactadas en el contrato o folleto informativo.
  • Comisiones y gastos aplicables.
  • Tiempo transcurrido desde la inversión.
  • Fiscalidad del producto.

En productos con rentabilidad garantizada, el precio de reembolso puede incluir un mínimo asegurado. En otros casos, como los fondos de renta variable, el precio puede variar sustancialmente respecto al valor inicial.


Ejemplo práctico

Un inversor suscribe un fondo de inversión con una participación a 100 €. Pasado un año, el valor liquidativo sube a 108 €, pero la entidad cobra una comisión del 1 % por reembolso anticipado. El precio de reembolso final será:

  • 108 € – 1,08 € (1 %) = 106,92 €

Si hubiese esperado un año más, podría haber evitado esa comisión (si así lo indicaba el folleto).


Importancia para el inversor

Conocer el precio de reembolso es esencial para:

  • Calcular la rentabilidad real neta de la inversión.
  • Tomar decisiones sobre el momento óptimo de desinversión.
  • Evitar sorpresas por penalizaciones o comisiones inesperadas.
  • Comparar distintos productos financieros de forma objetiva.

El precio de reembolso es un concepto clave para cualquier inversor, ya que determina cuánto dinero se recupera realmente al cerrar una inversión. Entender sus implicaciones y condiciones específicas puede marcar la diferencia entre una operación rentable o una pérdida.