El riesgo de tipo de interés es la posibilidad de que las variaciones en los tipos de interés del mercado afecten negativamente al valor de un activo financiero o a los resultados de una entidad. Este riesgo se presenta con especial intensidad en los instrumentos de renta fija, pero también puede afectar a préstamos, hipotecas, derivados financieros y estructuras de inversión más complejas.
En términos generales, cuando los tipos de interés suben, los precios de los activos de renta fija existentes (como bonos o pagarés) bajan, y viceversa. Este comportamiento inverso es clave para entender cómo afecta el riesgo de tipo de interés a las inversiones.
¿Dónde se manifiesta este riesgo?
El riesgo de tipo de interés afecta principalmente a:
- Bonos y obligaciones: si se emiten con un tipo fijo, pierden valor cuando suben los tipos del mercado, ya que los nuevos bonos ofrecerán mayor rentabilidad.
- Préstamos a tipo variable: los pagos pueden incrementarse si suben los tipos, lo que afecta negativamente al prestatario.
- Fondos de renta fija: ven modificado su valor liquidativo según los movimientos de tipos.
- Bancos y aseguradoras: sufren en su balance si hay desajustes entre los tipos aplicados a activos y pasivos.
También incide en productos derivados como swaps de tipos de interés, futuros sobre bonos o opciones sobre tipos.
Factores que determinan su impacto
El impacto del riesgo de tipo de interés depende de:
- Duración: cuanto mayor sea el plazo del activo, mayor será su sensibilidad a los movimientos de tipos.
- Tipo de cupón: los bonos con cupones fijos son más sensibles que los de tipo variable.
- Curva de tipos: su forma y pendiente afecta a la valoración de activos a diferentes plazos.
- Frecuencia de revisión: en productos a tipo variable, cuanto más frecuentes sean las revisiones, más rápido se traslada el cambio de tipos al producto.
Ejemplo práctico
Supongamos que un inversor tiene un bono con un cupón fijo del 2 % a 10 años. Si los tipos de interés del mercado suben al 4 %, el bono en cartera se vuelve menos atractivo, ya que los nuevos bonos ofrecerán más rentabilidad. Como resultado, el valor de mercado del bono en cartera caerá si se quiere vender antes del vencimiento.
Medición del riesgo de tipo de interés
Los gestores profesionales y entidades financieras utilizan herramientas específicas para medir y controlar este riesgo, como:
- Duración modificada: mide la sensibilidad del precio de un activo a una variación del tipo de interés.
- Value at Risk (VaR) aplicado a movimientos de tipos.
- Análisis de escenarios o stress test.
- Gap analysis: identifica diferencias de vencimiento entre activos y pasivos.
- Convexidad: ajusta la duración para reflejar que la relación entre tipos y precios no es lineal.
Estrategias para gestionar o cubrir este riesgo
✅ Diversificación de vencimientos: tener bonos a diferentes plazos reduce la sensibilidad global.
✅ Uso de derivados: los swaps, futuros y opciones permiten cubrir movimientos adversos en tipos.
✅ Activos a tipo variable: se ajustan con el mercado y reducen el impacto negativo.
✅ Inversiones a corto plazo: sufren menos impacto que los activos a largo plazo.
Relevancia macroeconómica
Los cambios en los tipos de interés los determina principalmente el banco central de cada país o zona económica, como el Banco Central Europeo (BCE) en la zona euro o la Reserva Federal (Fed) en EE. UU. Sus decisiones influyen directamente sobre:
- La política monetaria.
- La inflación y el crecimiento económico.
- El coste del crédito.
- La rentabilidad de los activos financieros.
Por ello, los inversores y gestores están atentos a las decisiones de tipos, las actas de reuniones, las proyecciones macroeconómicas y los mensajes de los banqueros centrales.
El riesgo de tipo de interés es uno de los más importantes en la gestión de carteras y en la estabilidad financiera de empresas e inversores. Comprender cómo funciona permite adoptar estrategias más sólidas frente a los ciclos económicos y los cambios en la política monetaria.

