En el ámbito financiero y bursátil, el término routing hace referencia al proceso de direccionamiento u orientación de las órdenes de compraventa de valores hacia los distintos mercados o plataformas de negociación disponibles. Es un componente clave de los sistemas de intermediación bursátil modernos y está estrechamente vinculado al desarrollo de las tecnologías de trading electrónico.

En otras palabras, cuando un inversor emite una orden (por ejemplo, de compra de acciones), el sistema debe decidir a qué mercado o centro de negociación enviarla: puede ser una bolsa tradicional, un sistema multilateral de negociación (SMN), una plataforma dark pool o incluso un internalizador sistemático. Este proceso de elección y envío es lo que se conoce como routing.


Tipos de routing

1. Routing manual

En este caso, la orden es revisada y enviada manualmente por un operador, que selecciona el mercado destino según su criterio profesional. Este método es menos eficiente en términos de velocidad, pero aún se emplea en operaciones complejas o de gran volumen.

2. Routing automático

Es el más habitual en el trading actual. Las órdenes se enrutan de forma automática a través de algoritmos integrados en los sistemas de las sociedades de valores, bancos o plataformas de trading online. Estos algoritmos tienen en cuenta múltiples variables, como:

  • Mejor precio disponible (best execution)
  • Rapidez de ejecución
  • Coste de la transacción
  • Profundidad de mercado
  • Liquidez disponible
  • Comisiones por mercado

3. Smart Order Routing (SOR)

El Smart Order Routing o enrutamiento inteligente es una versión avanzada del routing automático. Utiliza algoritmos sofisticados para fragmentar una orden grande en órdenes más pequeñas y distribuirlas entre varios mercados simultáneamente, buscando siempre el mejor resultado global posible para el cliente.

Este tipo de sistema es fundamental en entornos con alta fragmentación de liquidez, como ocurre en Europa tras la implementación de MiFID II, donde existen múltiples centros de negociación operando los mismos valores.


Importancia del routing en la ejecución de órdenes

El routing es clave para garantizar la ejecución óptima (best execution), un principio regulatorio que obliga a los intermediarios financieros a buscar las mejores condiciones posibles para el cliente al cursar sus órdenes. Esto implica no solo conseguir el mejor precio, sino también tener en cuenta:

  • La velocidad de ejecución
  • La probabilidad de ejecución completa
  • La estabilidad del mercado
  • El coste total de la operación

Una mala política de routing puede dar lugar a ejecuciones deficientes, mayores costes, pérdidas de oportunidad o incluso conflictos de interés si el intermediario prioriza mercados donde obtiene mayor beneficio propio.


Regulación y transparencia

Desde la entrada en vigor de la Directiva MiFID II en la Unión Europea, los intermediarios deben:

  • Publicar informes anuales sobre la calidad de ejecución en los distintos mercados (RTS 28)
  • Informar al cliente sobre su política de ejecución y routing
  • Justificar cómo se garantiza la best execution en cada caso

Esto obliga a los intermediarios a diseñar sistemas de routing más transparentes, auditables y alineados con los intereses del cliente.


Relación con el trading algorítmico

El routing se encuentra en la base del trading algorítmico y el high-frequency trading (HFT). En estos entornos, el éxito depende de enviar las órdenes al lugar y en el momento adecuados, en milisegundos. Por eso, muchas firmas desarrollan sus propios algoritmos propietarios de routing, capaces de reaccionar en tiempo real a los cambios del mercado.


El routing es un componente esencial y cada vez más complejo de la operativa bursátil moderna. Permite a los inversores acceder a una liquidez más eficiente y a mejores precios, pero también exige transparencia y una supervisión adecuada para garantizar que las decisiones de enrutamiento se tomen en beneficio del cliente.