El concurso de acreedores es un procedimiento judicial que se inicia cuando una empresa o persona física no puede cumplir regularmente con sus obligaciones de pago, es decir, cuando se encuentra en situación de insolvencia.
Su finalidad es ordenar las deudas del deudor, proteger los derechos de los acreedores y, cuando sea posible, permitir la viabilidad de la empresa mediante acuerdos de reestructuración o planes de pago.
En España, el concurso está regulado por el Texto Refundido de la Ley Concursal (TRLC), aprobado en 2020, que armoniza la normativa y refuerza los mecanismos de segunda oportunidad para particulares.
Tipos de concurso de acreedores
- Concurso voluntario
- Lo solicita el propio deudor cuando prevé que no podrá hacer frente a sus obligaciones.
- Es obligatorio presentarlo en un plazo de dos meses desde que se conoce la insolvencia.
- Concurso necesario
- Lo solicitan los acreedores o, en algunos casos, socios y representantes legales, cuando el deudor no cumple con los pagos.
- Lo solicitan los acreedores o, en algunos casos, socios y representantes legales, cuando el deudor no cumple con los pagos.
Fases del concurso de acreedores
- Fase común
- El juez admite a trámite el concurso.
- Se designa un administrador concursal que supervisa el proceso.
- Se determina la masa activa (bienes y derechos del deudor) y la masa pasiva (deudas).
- Convenio
- Se negocian acuerdos entre deudor y acreedores (quitas, esperas, reestructuraciones).
- Si se aprueba, la empresa puede continuar su actividad bajo nuevas condiciones.
- Liquidación
- Si no es posible llegar a un convenio, se venden los activos de la empresa para pagar a los acreedores en el orden legalmente establecido.
- Si no es posible llegar a un convenio, se venden los activos de la empresa para pagar a los acreedores en el orden legalmente establecido.
- Calificación
- Se determina si la insolvencia fue fortuita (por causas externas) o culpable (por mala gestión, dolo o negligencia grave).
- Se determina si la insolvencia fue fortuita (por causas externas) o culpable (por mala gestión, dolo o negligencia grave).
Ejemplo práctico
Una pyme del sector textil acumula deudas por 5 millones de euros y no puede hacer frente a sus pagos.
- La empresa se acoge al concurso voluntario.
- Se nombra un administrador concursal que analiza su situación.
- En la fase de convenio, acuerda con los acreedores una quita del 30 % y un plazo de pago de 5 años.
- Gracias al acuerdo, puede continuar su actividad y mantener parte del empleo.
Ventajas del concurso de acreedores
- Ordena y protege los intereses de acreedores y deudores.
- Permite negociar quitas y plazos que faciliten la viabilidad de la empresa.
- Ofrece mecanismos de segunda oportunidad para particulares insolventes.
- Evita la dispersión de demandas individuales contra el deudor.
Riesgos y desventajas
- Costes judiciales y honorarios del administrador concursal.
- Pérdida de control de la gestión por parte del empresario.
- Deterioro de la imagen y reputación de la compañía.
- Riesgo de liquidación si no se alcanza un convenio.
Importancia del concurso de acreedores en la economía
El concurso de acreedores es un mecanismo esencial para:
- Proteger a los acreedores frente a insolvencias desordenadas.
- Dar una segunda oportunidad a empresas viables que atraviesan dificultades temporales.
- Evitar que el colapso de una compañía genere un efecto dominó en su sector o en la economía.
En conclusión, el concurso de acreedores es el procedimiento legal que se activa cuando un deudor no puede hacer frente a sus obligaciones, buscando equilibrar los intereses de acreedores y deudor mediante acuerdos de pago o, en última instancia, la liquidación ordenada de los bienes. Es una herramienta clave de estabilidad en los mercados y de protección en situaciones de insolvencia.

