Un fondo de inversión solidario es una modalidad de fondo de inversión que, además de buscar una rentabilidad financiera para sus partícipes, incorpora un componente de solidaridad o compromiso social. Se trata de fondos que destinan una parte de sus beneficios —o comisiones— a proyectos con fines sociales, medioambientales o humanitarios, sin que esto suponga necesariamente una merma en la rentabilidad esperada.
Este tipo de vehículos financieros se enmarcan dentro de las finanzas éticas y, en algunos casos, también pueden formar parte de los productos de inversión socialmente responsable (ISR) o sostenibles.
¿Cómo funcionan los fondos solidarios?
La operativa básica de un fondo solidario es igual a la de cualquier fondo de inversión tradicional:
✔️ Agrupan el capital de varios inversores (partícipes) para invertir en una cartera diversificada de activos.
✔️ La gestión la realiza una sociedad gestora profesional.
✔️ El valor liquidativo varía en función del comportamiento de los activos.
La diferencia clave está en que, en un fondo solidario:
🔹 Una parte de la comisión de gestión, o bien una parte de los beneficios generados, se destina periódicamente a una o varias entidades sociales.
🔹 El inversor no tiene que renunciar a su rentabilidad, ya que es la entidad gestora (o en ocasiones la depositaria o comercializadora) quien cede una parte de sus ingresos.
🔹 En algunos casos, el propio inversor puede elegir a qué entidad quiere destinar la aportación solidaria, dentro de una lista ofrecida por la gestora.
¿Qué tipo de causas se apoyan?
Los fondos solidarios suelen colaborar con organizaciones sin ánimo de lucro (ONGs), fundaciones o proyectos sociales que trabajen en ámbitos como:
🌱 Medio ambiente y sostenibilidad
🏥 Salud y asistencia sanitaria
📚 Educación y lucha contra el analfabetismo
🏘️ Inclusión social y ayuda a personas en riesgo de exclusión
🌍 Cooperación internacional y ayuda humanitaria
👵 Atención a personas mayores o dependientes
La transparencia es clave: las entidades gestoras deben informar a los partícipes del destino de las donaciones y su impacto social.
Ejemplos de fondos solidarios en España
En el mercado español, existen varios ejemplos consolidados de fondos de inversión solidarios gestionados por entidades con compromiso social:
- «Caja Ingenieros Solidario»: fondo de renta fija mixta que dona un porcentaje a proyectos sociales elegidos por los socios.
- «Fonengin ISR Solidario» (Fonditel): cede parte de sus comisiones a distintas ONGs.
- «Renta 4 Solidario»: canaliza parte de sus ingresos a causas como el acceso al agua, salud y educación en países en desarrollo.
- «Santander Solidario»: ofrece una gama de fondos con orientación solidaria y sostenible.
Ventajas de invertir en fondos solidarios
✅ Compromiso ético: el inversor contribuye al cambio social sin dejar de invertir.
✅ Gestión profesional: están gestionados por gestoras reguladas y supervisadas.
✅ Diversificación y liquidez: como cualquier fondo, permiten diversificar y retirar el capital bajo ciertas condiciones.
✅ Transparencia: las donaciones están auditadas y se informa regularmente del impacto.
✅ Fiscalidad estándar: tienen el mismo tratamiento fiscal que los fondos tradicionales.
¿Cómo elegir un fondo de inversión solidario?
Al igual que con cualquier fondo, es importante analizar:
📌 Perfil de riesgo del fondo (renta fija, mixta, variable)
📌 Horizonte temporal de inversión
📌 Rentabilidad histórica y comisiones
📌 Tipo de causas que apoya
📌 Transparencia y reputación de la gestora
Además, conviene revisar el folleto informativo, donde se especifican los porcentajes y mecanismos de la contribución solidaria.
Los fondos de inversión solidarios permiten a los inversores alinear su dinero con sus valores, combinando rentabilidad económica y compromiso social. Son una herramienta valiosa para quienes desean contribuir activamente a un mundo más justo y sostenible sin renunciar a una gestión profesional de su patrimonio.