Un split, también conocido como desdoblamiento de acciones, es una operación financiera por la cual una empresa divide el número de acciones en circulación aumentando su cantidad y reduciendo proporcionalmente su valor nominal o precio unitario, sin que varíe el valor total de la inversión ni el capital social de la compañía.
Por ejemplo, en un split 2:1, cada acción antigua se convierte en dos nuevas, y el precio de cada acción se reduce a la mitad. Si un accionista tenía 100 acciones a 50 €, pasará a tener 200 acciones a 25 €, manteniendo un valor total de 5.000 €.
Objetivo del split
El principal propósito de un split es mejorar la liquidez de la acción y hacerla más accesible a un mayor número de inversores. Cuando una acción alcanza precios muy altos, puede resultar psicológicamente o prácticamente menos atractiva para ciertos inversores minoristas. Al reducir el precio unitario sin alterar el valor total, la empresa busca:
- Aumentar el volumen de negociación
- Ampliar la base de accionistas
- Facilitar la entrada de nuevos inversores
- Mejorar la percepción del mercado
Tipos de split
1. Split directo o desdoblamiento
Es el tipo más habitual. Implica aumentar el número de acciones en circulación. Los más comunes son:
- Split 2:1 → Cada acción se divide en dos
- Split 3:1 → Cada acción se divide en tres
- Split 10:1 → Muy usado cuando los precios son excesivamente altos (por ejemplo, acciones tecnológicas en EE.UU.)
2. Reverse split (agrupación de acciones)
También conocido como split inverso, consiste en reducir el número de acciones en circulación aumentando su precio unitario. Se aplica a veces para:
- Evitar que el precio de la acción caiga por debajo del mínimo permitido para cotizar (por ejemplo, 1 dólar en el Nasdaq)
- Mejorar la imagen bursátil de la empresa
- Aumentar el interés institucional
Ejemplo: un reverse split 1:10 convierte 1.000 acciones de 1 € en 100 acciones de 10 €.
Impacto para el accionista
El split no altera el valor total de la inversión ni implica pérdidas ni ganancias inmediatas. Sin embargo, puede tener efectos indirectos:
- Mayor liquidez → facilita comprar y vender
- Mayor atractivo psicológico → acciones con precios “más bajos” pueden parecer más asequibles
- Sin efectos fiscales inmediatos, salvo que la operación venga acompañada de otras medidas
Ejemplos reales
- Apple Inc. realizó varios splits a lo largo de su historia. En 2020 ejecutó un split 4:1, pasando de unos 500 $ por acción a unos 125 $, para atraer a nuevos inversores minoristas.
- Alphabet (Google) hizo un split 20:1 en 2022, reduciendo su precio desde más de 2.000 $ por acción a cerca de 100 $.
- Banco Santander realizó un split 4:1 en 2005, multiplicando por cuatro el número de acciones y dividiendo su valor nominal.
- El split no afecta a la capitalización bursátil: el valor total de mercado de la empresa no cambia.
- Tampoco cambia la participación proporcional del accionista en la empresa.
- Puede tener efectos positivos en la percepción del mercado, pero no mejora los fundamentales de la empresa.
- Las empresas bien gestionadas suelen aplicar splits tras fuertes subidas bursátiles como una medida para facilitar la operativa sin alterar el valor real.
El split es una herramienta corporativa usada para ajustar el precio de cotización de las acciones, facilitar la liquidez y mejorar la accesibilidad sin modificar el valor real de la empresa. Para el inversor, se trata de un cambio técnico que puede tener implicaciones operativas pero no afecta su patrimonio de forma directa.