El traspaso entre fondos de inversión es una operación mediante la cual un partícipe decide mover su inversión desde un fondo a otro, sin necesidad de reembolsar previamente el dinero y sin que se produzca una tributación inmediata por las posibles plusvalías obtenidas en el fondo original. Se trata de un procedimiento habitual en la gestión de carteras, que permite ajustar la inversión a nuevas estrategias, condiciones del mercado o perfiles de riesgo del inversor.
Este mecanismo está regulado en España y ofrece una ventaja fiscal muy relevante: el diferimiento del pago de impuestos hasta que el partícipe decida reembolsar definitivamente su inversión.
Funcionamiento del traspaso
Cuando se solicita un traspaso entre fondos:
- Se reembolsa el capital del fondo origen (de forma interna, sin que el inversor reciba el dinero).
- Ese importe se invierte automáticamente en el fondo destino.
- Toda la operación se realiza a valor liquidativo, respetando la fecha de valoración y el ciclo de liquidación de ambos fondos.
- No se tributa por la ganancia obtenida en el fondo origen en ese momento. La tributación se difiere hasta el reembolso definitivo.
Este procedimiento está permitido únicamente entre fondos domiciliados en España o entre fondos europeos inscritos en la CNMV que cumplan determinados requisitos.
Ventajas del traspaso entre fondos
✅ Diferimiento fiscal: es su principal ventaja. El inversor puede reestructurar su cartera sin tributar por cada cambio de fondo.
✅ Flexibilidad y adaptación: permite cambiar de estilo de inversión, de zona geográfica, de tipo de activo (renta fija, variable, mixtos…), o ajustar el perfil de riesgo.
✅ Optimización de la rentabilidad a largo plazo, ya que se reinvierte el 100 % del capital, incluida la parte que en un reembolso se destinaría a impuestos.
✅ Gestión eficiente del patrimonio, sin necesidad de sacar el dinero fuera del circuito de fondos.
Requisitos y condiciones
Para que un traspaso entre fondos mantenga el beneficio fiscal, deben cumplirse las siguientes condiciones:
🔸 El partícipe debe ser una persona física residente fiscal en España.
🔸 El traspaso debe realizarse entre fondos de inversión registrados en la CNMV.
🔸 El capital debe ir directamente del fondo origen al fondo destino, sin pasar por la cuenta del inversor.
🔸 No puede haber desembolso efectivo en el proceso, aunque sí puede haber ajustes si el fondo destino tiene un valor liquidativo diferente.
Fiscalidad del traspaso
A efectos fiscales, el traspaso no se considera una venta ni un reembolso, sino una continuidad en la inversión. Por ello:
- No se tributa por la ganancia acumulada en el fondo origen en el momento del traspaso.
- El precio de adquisición de las participaciones del nuevo fondo será el mismo que el del fondo anterior, conservando la antigüedad.
- Solo se tributa en el IRPF cuando se reembolsa definitivamente el dinero (ya no como traspaso, sino como venta).
- En ese momento, se calcula la ganancia o pérdida patrimonial por la diferencia entre el valor de reembolso y el precio de adquisición original.
Traspasos parciales y múltiples
El inversor puede hacer:
- Traspasos parciales, dejando parte del capital en el fondo origen.
- Traspasos entre fondos de una misma gestora o entre gestoras distintas.
- Varios traspasos sucesivos, acumulando beneficios sin tributar hasta el momento de la venta final.
Además, algunas plataformas ofrecen servicios de traspaso automático o gestión delegada de carteras, que reorganizan las inversiones mediante traspasos periódicos.
Limitaciones
❌ No se aplica el diferimiento fiscal a personas jurídicas (empresas o sociedades).
❌ No está permitido entre fondos fuera de la normativa europea o no registrados en la CNMV.
❌ No se puede realizar si el fondo destino no acepta traspasos o tiene características especiales (por ejemplo, fondos garantizados en periodo cerrado).
El traspaso entre fondos de inversión es una herramienta clave para el inversor particular en España, ya que permite gestionar de forma dinámica su cartera sin impacto fiscal inmediato y con total flexibilidad. Aprovechar esta posibilidad puede marcar una diferencia significativa en la rentabilidad acumulada a largo plazo.