Una cesta de fondos es una estrategia de inversión que consiste en agrupar varios fondos de inversión en un solo producto o cartera, con el objetivo de diversificar el riesgo y optimizar la rentabilidad. En lugar de invertir en un único fondo, el inversor distribuye su capital entre distintos fondos, cada uno con su propia política de inversión, nivel de riesgo y área de especialización (renta variable, renta fija, mercados emergentes, sector tecnológico, etc.).

Esta técnica permite construir una cartera ajustada al perfil del inversor (conservador, moderado o agresivo) y aprovechar las ventajas combinadas de distintos estilos y gestoras.


¿Cómo funciona una cesta de fondos?

El funcionamiento es sencillo: el inversor elige o se le propone una composición concreta de fondos, seleccionados según criterios técnicos y estratégicos. La cesta puede estar:

  • Diseñada por un asesor financiero o una entidad gestora.
  • Automatizada por un roboadvisor (gestores automatizados).
  • Personalizada por el propio inversor, eligiendo manualmente los fondos.

Cada fondo dentro de la cesta tiene un peso porcentual, y el rendimiento global de la cesta será la media ponderada del rendimiento de cada fondo, restando los gastos aplicables.


Ventajas de una cesta de fondos

  • Diversificación inmediata: al combinar fondos de diferentes regiones, activos o sectores, se reduce el riesgo específico.
  • Acceso a múltiples gestoras y estrategias con una sola inversión.
  • Ajuste al perfil del inversor: se pueden crear cestas para perfiles conservadores, equilibrados o arriesgados.
  • Flexibilidad y seguimiento: muchas plataformas permiten monitorizar, modificar o rebalancear la cesta fácilmente.
  • Ahorro de tiempo: en lugar de analizar decenas de fondos individualmente, se selecciona una estrategia global.

Tipos de cestas

1. Cestas temáticas

Formadas por fondos que invierten en sectores o tendencias concretas, como tecnología, sostenibilidad, inteligencia artificial o energías renovables.

2. Cestas por perfil de riesgo

Diseñadas para adaptarse al nivel de tolerancia al riesgo del inversor:

  • Conservadoras: alta proporción de renta fija y liquidez.
  • Moderadas: combinación equilibrada de renta fija y variable.
  • Agresivas: predominancia de renta variable, mercados emergentes, etc.

3. Cestas geográficas

Fondos centrados en diferentes regiones: Europa, Estados Unidos, Asia-Pacífico, mercados emergentes…

4. Cestas gestionadas por roboadvisors

Plataformas como Indexa Capital, Finizens, InbestMe o MyInvestor ofrecen carteras automáticas formadas por fondos indexados o ETFs.


Consideraciones importantes

  • Costes: aunque los fondos dentro de la cesta ya aplican sus propias comisiones de gestión, algunas plataformas pueden cobrar una comisión adicional por la gestión de la cesta.
  • Solapamientos: si no se analiza bien la composición, puede haber fondos con posiciones similares, reduciendo la diversificación efectiva.
  • Rebalanceo: para mantener el perfil de riesgo objetivo, es importante revisar periódicamente la distribución de pesos entre fondos.
  • Fiscalidad: en España, los traspasos entre fondos de inversión están exentos de tributación, lo que también se aplica dentro de una cesta si se mantienen fondos nacionales.

Ejemplo práctico

Una cesta de fondos para un perfil moderado podría estar compuesta así:

  • 40 % en un fondo de renta fija global
  • 30 % en un fondo de renta variable europea
  • 20 % en un fondo de renta variable estadounidense
  • 10 % en un fondo de mercados emergentes

Esta combinación reduce la exposición a un solo mercado y mejora las oportunidades de rendimiento equilibrado.


La cesta de fondos es una herramienta eficaz para invertir de forma diversificada, estructurada y adaptada a cada perfil inversor. Con la ayuda de asesores, plataformas digitales o análisis propio, es posible construir carteras eficientes que respondan a objetivos concretos de rentabilidad y control de riesgo.