Una obligación es un título de deuda emitido por una entidad pública o privada, mediante el cual esta se compromete a devolver al inversor (tenedor del título) el capital prestado en una fecha futura, y a pagarle periódicamente intereses (cupones) hasta ese momento. Se trata de un instrumento financiero de renta fija a medio o largo plazo, que representa una forma de financiación para el emisor y una inversión para el comprador.
Las obligaciones son similares a los bonos, aunque tradicionalmente se ha considerado que las obligaciones tienen plazos superiores a cinco años, mientras que los bonos suelen tener vencimientos más cortos. En la práctica, ambos términos pueden utilizarse de forma intercambiable, según la legislación y la costumbre de cada país.
Características principales de las obligaciones
🔹 Rentabilidad fija o variable: pueden ofrecer intereses fijos, variables o indexados a indicadores como la inflación o el Euribor.
🔹 Vencimiento definido: el capital se reembolsa al finalizar el plazo estipulado.
🔹 Cotización en mercados secundarios: muchas obligaciones pueden comprarse o venderse antes del vencimiento en bolsas de deuda o plataformas financieras.
🔹 Valor nominal y precio de emisión: la obligación se emite con un valor nominal (por ejemplo, 1.000 €), que puede coincidir o no con el precio de emisión (a la par, sobre la par o bajo la par).
🔹 Riesgo de crédito: la seguridad del capital depende de la solvencia del emisor.
¿Quién emite obligaciones?
✔️ Estados y Administraciones Públicas: para financiar déficits o inversiones. Por ejemplo, las Obligaciones del Estado en España tienen plazos de 10, 15 o 30 años.
✔️ Empresas privadas (obligaciones corporativas): para captar financiación en lugar de acudir al crédito bancario.
✔️ Entidades supranacionales: como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) o el Fondo Monetario Internacional (FMI).
✔️ Organismos financieros públicos: comunidades autónomas, ayuntamientos o empresas públicas.
Tipos de obligaciones
- Obligaciones simples: tradicionales, con cupón fijo y vencimiento determinado.
- Obligaciones subordinadas: tienen menor prioridad de cobro en caso de quiebra del emisor, pero suelen ofrecer mayor rentabilidad.
- Obligaciones convertibles: pueden convertirse en acciones de la empresa emisora bajo ciertas condiciones.
- Obligaciones perpetuas: no tienen vencimiento y pagan intereses indefinidamente.
- Obligaciones verdes o sostenibles: los fondos captados se destinan a proyectos con impacto medioambiental o social positivo.
Diferencia entre obligación y bono
Aunque en muchos casos se utilizan como sinónimos, tradicionalmente se ha diferenciado entre ambos por:
Aspecto | Obligación | Bono |
---|---|---|
Plazo | Medio-largo (normalmente > 5 años) | Corto o medio (1-5 años) |
Importe habitual | Mayor | Menor |
Uso común | Más frecuente en deuda pública | Más usado en mercados privados |
Riesgos asociados a las obligaciones
📉 Riesgo de crédito: posibilidad de que el emisor no pueda devolver el capital ni pagar los intereses.
📉 Riesgo de mercado: si se venden antes del vencimiento, el precio puede haber bajado por subidas de tipos de interés.
📉 Riesgo de inflación: si la inflación supera el tipo de interés, el rendimiento real puede ser negativo.
📉 Riesgo de liquidez: algunas obligaciones pueden no tener mercado activo para su venta anticipada.
Fiscalidad en España
Los rendimientos generados por las obligaciones (intereses y plusvalías por venta) tributan como rendimientos del capital mobiliario, con los siguientes tramos:
- Hasta 6.000 €: 19%
- De 6.001 € a 50.000 €: 21%
- Más de 50.000 €: 23%
Además, las entidades depositarias aplican una retención fiscal del 19% en origen.
¿Dónde se compran las obligaciones?
🔹 En el mercado primario, cuando se emiten por primera vez (a través de subastas o colocaciones directas).
🔹 En el mercado secundario, a través de brokers o bancos, donde se negocian a precios de mercado. En España, el Mercado de Deuda Pública en Anotaciones (gestionado por SENAF y Banco de España) es el principal canal para las obligaciones del Estado.
Las obligaciones son instrumentos clásicos de inversión, ideales para perfiles que buscan estabilidad y rentabilidad predecible a medio o largo plazo. Aunque no están exentas de riesgo, su uso generalizado y su variedad permiten adaptarlas a múltiples estrategias de ahorro o inversión.