¿Qué significa «a la par» en finanzas?

El término «a la par» se utiliza en el ámbito financiero para referirse a aquellas operaciones en las que el precio de emisión, suscripción o negociación de un valor coincide exactamente con su valor nominal. Es una expresión habitual cuando se habla de bonos, obligaciones, acciones y otros instrumentos financieros que tienen un valor nominal fijado de antemano.

Cuando un título se emite a la par, significa que el inversor paga por él exactamente el valor que figura como nominal en dicho instrumento. Por ejemplo, si una obligación tiene un valor nominal de 1.000 euros y se emite a la par, el comprador pagará esos mismos 1.000 euros.

Este concepto también puede aplicarse en la negociación secundaria de títulos, indicando que el valor cotiza al mismo precio que su valor nominal.


Diferencias con «sobre la par» y «bajo la par»

El término «a la par» se contrapone a dos expresiones también muy frecuentes:

  • «Sobre la par»: cuando el valor se emite o negocia a un precio superior al nominal. El comprador paga un precio adicional respecto al valor facial.
  • «Bajo la par»: cuando el título se emite o vende a un precio inferior al nominal. El inversor obtiene un descuento respecto al valor que cobrará al vencimiento.

Estas diferencias afectan directamente a la rentabilidad efectiva del producto, ya que influyen en el coste de adquisición y en los flujos de retorno.


Ejemplo práctico de emisión «a la par»

Supongamos que una empresa emite bonos con las siguientes condiciones:

  • Valor nominal: 1.000 euros
  • Tipo de interés anual (cupón): 3 %
  • Plazo: 5 años
  • Precio de emisión: 1.000 euros

En este caso, el bono se emite a la par, ya que el inversor paga exactamente el valor nominal. Recibirá 30 euros anuales de intereses (3 % de 1.000 €) durante 5 años y, al vencimiento, recuperará los mismos 1.000 euros que invirtió.

Si en lugar de 1.000 euros el bono se hubiera vendido a 980 euros, diríamos que se emitió bajo la par; si se hubiera vendido a 1.050, sería sobre la par.


¿Por qué se emiten valores a la par?

Emitir valores a la par puede tener diferentes ventajas y objetivos según el emisor:

  • Simplicidad y transparencia: facilita la comprensión del producto por parte de los inversores, especialmente minoristas.
  • Equilibrio en la rentabilidad: en algunos casos, emitir a la par con un cupón atractivo puede facilitar la colocación del instrumento.
  • Estrategia de imagen: emitir a la par puede transmitir estabilidad y evitar interpretaciones negativas del mercado sobre la necesidad de ofrecer descuentos (bajo la par) o recargos (sobre la par).
  • Evitar distorsiones fiscales o contables: en ciertas situaciones, emitir a la par puede simplificar la contabilidad de los títulos o evitar ajustes de impuestos.

Aplicaciones del concepto «a la par» en diferentes instrumentos

1. Bonos y obligaciones

Es el contexto más habitual para el uso de este término. En cada emisión, el emisor debe decidir si los bonos se emitirán:

  • A la par (precio = valor nominal)
  • Bajo la par (precio < valor nominal)
  • Sobre la par (precio > valor nominal)

Esto afecta directamente al cálculo de la rentabilidad efectiva que obtendrá el inversor.

2. Acciones

Aunque menos frecuente, también puede hablarse de acciones emitidas a la par, cuando el precio de emisión coincide con su valor nominal. En muchos casos, las acciones se emiten con prima de emisión, es decir, sobre la par, para proteger a los accionistas existentes y reflejar el valor real de mercado.

3. Mercado secundario

En mercados donde se negocian bonos, el concepto «a la par» indica que el precio de cotización del bono coincide con su valor nominal. Si el bono cotiza a 100 (tomando como base 100 = valor nominal), está a la par. Si cotiza a 98, está bajo la par; si cotiza a 105, sobre la par.


¿Qué implicaciones tiene comprar a la par?

Comprar un título a la par implica que el inversor no obtendrá ganancia ni pérdida por la diferencia entre el precio de compra y el valor de reembolso al vencimiento. La rentabilidad se basará exclusivamente en los cupones o dividendos percibidos.

Es una situación de equilibrio: no se obtiene descuento ni se paga recargo. La rentabilidad nominal y la efectiva coinciden, salvo que el inversor decida vender el título antes del vencimiento, en cuyo caso dependerá del precio de mercado en ese momento.


Relación con la rentabilidad

Cuando se invierte en títulos de renta fija, el concepto «a la par» influye en la rentabilidad a vencimiento:

  • A la par: rentabilidad igual al cupón.
  • Bajo la par: rentabilidad superior al cupón, porque además se gana en la diferencia de precio.
  • Sobre la par: rentabilidad inferior al cupón, ya que se paga más de lo que se recuperará al vencimiento.

Esto se analiza mediante indicadores como la TIR (Tasa Interna de Retorno) o Yield to Maturity, que tienen en cuenta tanto el precio de compra como los flujos futuros.