Existen diversas formas de conflicto de interés, dependiendo del contexto y del tipo de relación implicada. Algunos de los más habituales son:
1. Conflicto entre intereses personales y profesionales
Se da cuando una persona toma decisiones profesionales que pueden beneficiarle a título personal o a su entorno (familiares, amigos, empresas vinculadas).
Ejemplo: un gestor de inversiones recomienda a sus clientes comprar acciones de una empresa en la que él mismo es accionista sin informarles de su posición.
2. Conflicto entre deberes fiduciarios
Aparece cuando un profesional o entidad representa a varias partes con intereses opuestos y debe actuar en beneficio de ambas.
Ejemplo: un asesor financiero que trabaja para dos empresas competidoras en una operación de fusión.
3. Conflicto institucional o estructural
Tiene lugar cuando una entidad opera en múltiples áreas que pueden entrar en conflicto entre sí, como ocurre en algunos grupos financieros integrados (banca comercial, de inversión, aseguradora, etc.).
Ejemplo: una entidad que recomienda productos financieros a sus clientes y, al mismo tiempo, obtiene beneficios por colocarlos.
4. Conflictos públicos y políticos
Funcionarios, políticos o jueces pueden tener conflictos si su interés personal o económico choca con el cumplimiento imparcial de su función pública.
Ejemplo: un cargo público que adjudica contratos a una empresa en la que trabaja su hijo.
Conflictos de interés en los mercados financieros
En el sector financiero, los conflictos de interés son especialmente relevantes en:
- Gestión de fondos de inversión y carteras.
- Recomendaciones de productos o servicios financieros a clientes minoristas.
- Asesoramiento en operaciones corporativas (fusiones, adquisiciones, OPAs).
- Relaciones entre analistas financieros y empresas cotizadas.
- Auditorías externas: si una firma de auditoría también ofrece servicios de consultoría a la empresa auditada.
Por eso, la normativa del sector financiero exige medidas estrictas para identificar, gestionar y, en su caso, evitar los conflictos de interés. En España, la CNMV y la Ley del Mercado de Valores establecen obligaciones claras para las entidades que prestan servicios de inversión.
Obligación de identificar, comunicar y gestionar el conflicto
Las empresas y profesionales tienen el deber de:
- Detectar posibles conflictos antes de que influyan en decisiones.
- Informar a las partes afectadas de forma transparente y completa.
- Adoptar medidas para evitarlos o mitigarlos, como separar funciones internas o aplicar controles cruzados.
- Documentar las decisiones en caso de que se opere en un entorno conflictivo.
Por ejemplo, una gestora de fondos debe comunicar a sus clientes si invierte en productos gestionados por otras empresas del mismo grupo, y justificar por qué lo hace.
Consecuencias de no gestionar un conflicto de interés
Ignorar o ocultar un conflicto de interés puede tener graves consecuencias:
- Sanciones económicas y reputacionales.
- Pérdida de confianza por parte de inversores o clientes.
- Invalidez de decisiones, contratos o recomendaciones.
- Acciones judiciales por daños y perjuicios.
En el caso de empresas cotizadas, los conflictos mal gestionados pueden incluso afectar a la cotización en bolsa, provocar salidas de capital o la retirada de licencias para operar en determinados mercados.
Ejemplos reales
- Una agencia de calificación que otorga una nota elevada a una empresa cliente que le paga por otros servicios.
- Un miembro de un comité de inversiones que aprueba productos de una gestora en la que tiene intereses económicos.
- Un político que vota a favor de una ley que beneficia directamente a su empresa familiar.
Estos casos, aunque algunos no sean ilegales por sí mismos, deben ser transparentados y gestionados para no vulnerar la confianza pública o privada.
Herramientas para prevenir los conflictos de interés
Las organizaciones responsables establecen:
- Códigos éticos y de conducta.
- Políticas internas de conflictos de interés.
- Declaraciones obligatorias de intereses personales.
- Mecanismos de «chinese walls» o separación funcional de equipos.
- Supervisión por comités de cumplimiento (compliance).
También es frecuente que los empleados deban declarar anualmente sus intereses financieros, cargos externos y relaciones personales que puedan afectar su trabajo.